viernes, 17 de mayo de 2013

LOS PEDRO PACHECO DE LAS CUENCAS

  A principios de esta semana, aparecía en los periódicos la noticia de que, el que fuese alcalde de Jerez, Pedro Pacheco, era condenado a cuatro años de cárcel por enchufar a dos compañeros de partido. Obviamente, y aunque no le deseo a nadie la entrada en prisión, la noticia me alegró. Por fin, en este país de charanga y pandereta, alguien era condenado por reírse en la cara de los ciudadanos, por ser un caradura. Mi padre, con bastante sensatez, me decía: "de poco nos vale que condenen a un tipo que fue alcalde de Jerez hace un montón de años, y no condenen a los políticos que tenemos que sufrir constantemente en Laviana y en la Cuenca".

  Al conocer la noticia, empecé a leer un poco por alto la biografía de este personaje. Y resulta que fue condenado e inhabilitado por desacato, al pronunciar la frase "la justicia es un cachondeo". Y, ciertamente, tiene razón. ¿Cómo puede ser que condenen al tal Pedro Pacheco por enchufar a dos compañeros de partido, y nadie levante la voz ante los atropellos que sufrimos en las Cuencas? Los dirigentes del PSOE y de IU en las Cuencas no son "enchufadores", son unas centrales eléctricas que podrían solucionar el problema de la energía en España. Es por todos conocido que, por ejemplo en Laviana, siempre va a ser más sencillo incorporarse al mercado de trabajo si se tiene carné del PSOE. Siempre se van a tener más facilidades a la hora de emprender un negocio si se es afín a la causa.

  Con el cuento de la represión franquista, de la censura, de la memoria histórica, de la minería y de "cuidao, que vienen los fachas", la izquierda ha hecho de las Comarcas Mineras un cortijo, donde hacen y deshacen a su antojo, colocan a quien le viene en gana y dan obras a dedo a las empresas que mejor le vienen. Con sacar los muertos de la Guerra Civil y del franquismo cada cierto tiempo se garantizan los votos de los mayores; con ayudar a encontrar trabajo a los cachorros de carné que de otra forma irían al paro, se garantizan los votos de los más jóvenes. IU entra en el engranaje, como no podía ser de otra forma, pero es que el PP, conformándose con las migajas que le dejan, acostumbra a no levantar la voz, y justificándose en que hay que tener "buen rollito" con el partido que ha votado el pueblo, se suma a la fiesta.

  Pero todavía queda alguno (aunque pocos, no voy a mentir), que nos negamos a participar en la pantomima. Soñamos con unas Cuencas donde no se saquen a relucir los muertos de una Guerra que no conocimos cada pocos meses, donde nadie mire a otro por encima del hombro por pensar diferente, donde no sea más fácil trabajar por estar afiliado a cierto partido político, donde los ciudadanos no le tengan miedo a la libertad y a la verdad. Ya se ha demostrado que este sistema no funciona, que la izquierda ha gobernado fatal (aunque no para ellos, claro) las Cuencas, que la economía de pesebre y subvención no funciona. ¿Por qué no probamos unos años de libertad, de respeto a la iniciativa privada, de austeridad, de adelgazamiento de los Ayuntamientos? Pero claro, entonces, ¿de qué vivirían los cachorros de los partidos?

  Para resumir, nada mejor que una frase de nuestro más ilustre lavianés, Armando Palacio Valdés. Decía el escritor que "la vida no se nos ha dado para ser felices, sino para merecer serlo". No queremos que se nos regale la felicidad, tan solo queremos que se nos permita tratar de alcanzarla.