sábado, 28 de abril de 2012

CRISIS Y CIUDADANÍA

 

  No hace falta ser economista o politólogo para ver que el momento que nos ha tocado vivir es realmente complicado. Basta encender el televisor, leer el periódico o entrar en twitter para comprender que el panorama, ya no solo económico, sino también político y social, es desolador. Cada mañana desayunamos mientras escuchamos en la radio las mentiras que tenemos que soportar de los diferentes políticos; comemos viendo en el televisor como los distintos partidos se tiran los trastos a la cabeza; mientras cenamos nos enteramos de un nuevo caso de corrupción; cuando nos acostamos leemos en Internet que los expertos dicen que lo peor de la crisis está por llegar...

  A cada minuto nos encontramos con una noticia peor que la anterior, con una sorpresa que hace que nos desesperancemos más y más cada vez. No solo debemos hacer frente a la crisis económica, sino que somos conscientes de que algo raro pasa a nuestro alrededor, de que algo falla en nuestro sistema. Mientras que los ciudadanos sufrimos subidas de impuestos, recortes en sanidad y educación, y menos prestaciones, nos resignamos y vemos como los políticos no acaban con sus privilegios, siguen apoltronados y siguen, en muchos casos, despilfarrando como manirrotos. Pero lo peor es que seguimos esperando que los políticos den solución a la crisis.

  De los políticos no debemos esperar, ni exigirles, milagros. Lo que debemos pedirles es austeridad, seriedad, respeto a los electores, ejemplaridad, humildad, sinceridad... Los que debemos sacar a nuestro país, a nuestra sociedad, de la crisis somos los ciudadanos. Es la sociedad civil la que debe sacar a España de su siesta. Es cada ciudadano, por sí mismo y con ayuda del resto, el que debe mejorar dentro de sus posibilidades la sociedad en la que vive. Entre todos, podemos lograr que España vuelva a la senda de crecimiento de la que no debe salirse más.

  El objetivo de este blog no es otro que intentar comprender la realidad en la que nos encontramos, y buscar la solución a los problemas de nuestro tiempo en la ciudadanía y en sus representantes, no en despachos o salones de plenos alejados de la realidad de la calle. Nos ha tocado vivir tiempos difíciles, pero también es verdad que estos tiempos son, para los amantes de la Política y de la Economía, apasionantes.

No hay comentarios:

Publicar un comentario